miércoles, 23 de septiembre de 2009

"20 Picks", una banda dispuesta a comérselo todo

Voy a dedicar unas líneas a "20 Picks", cuatro chavales (Omar, Dani, Steve y Xavi) que se han propuesto tocar buen rock y hacerlo hasta el final. Que además sean de Santa Coloma de Gramenet ni les da ni les quita, pero me encanta.
Aún no tienen un álbum en la calle, algo complicado en estos tiempos, ya que las nuevas tecnologías han democratizado las grabaciones pero han complicado el negocio discográfico según el modelo preponderante durante el último medio siglo. Hoy cualquiera tiene un estudio en su casa -basta con un ordenador y poco más- y hasta se permite hacer sus propios videoclips para después colgarlos en la red. Internet no es sólamente un lugar desde el que descargarse archivos de todo tipo -¿piratería sin más? Ya hablaremos- sino una puerta abierta a nuevas oportunidades de difusión y distribución casi infinitas. "20 Picks", como cualquier banda con las cosas claras, sabe que esto es así y se ha volcado en canales como my space y youtube. Su otra apuesta es el directo, otra de las vías beneficiadas por la nuevas formas de consumo musical, pese a los tiempos de crisis que vivimos.
Lo más importante, no obstante, es la calidad de las canciones. Yo creo que en este caso está fuera de dudas, basta con pinchar una tema como Sin camiseta para comprobarlo. Si tenemos que etiquetar su estilo lo llamaremos Power pop, con melodías muy pegadizas, buenas armonías vocales, contundencia rítmica y riffs guitarreros de calidad. Las letras podrían pulirse algo más -¡demasiado acné, chicos!- pero ya madurarán. En cualquier caso, me parece meritorio que hayan decidido finalmente cantar en castellano y no en inglés.
Tiempo al tiempo. Si perseverán yo ya lo habré advertido: que tiemblen las vacas sagradas del género desde Santa Coloma (Cataluña) hasta Santa Mónica (California), que han llegado "20 Picks".


sábado, 12 de septiembre de 2009

"El Amarillo", un colomense de altos vuelos

Colomenses, terrícolas en general,

lo más probable es que no sepan quién es El Amarillo, así que me voy a tomar la licencia de reivindicar a todo un personaje, un tipo que transita por las calles de Santa Coloma de Gramenet pero vuela por los cielos de medio mundo.
El Amarillo es el nombre de guerra de Hubert Schober, un austríaco que vino a vivir con su pareja a mi ciudad pensando que se trataba de un barrio asequible de Barcelona al que se llegaba en Metro. En ella ha echado raíces, aunque no le sujetan en el suelo. Hubert practica el salto base y es uno de los mejores. Actualmente preside la Asociación de Salto Base en España y es el organizador del, probablemente, más importante evento de su especialidad que se realiza en España, el BASE jump World Championship Hotel Bali.
Sin embargo, ni estas responsabilidades ni las proezas realizadas le han hecho cambiar. Él sigue siendo un tío simpático, extrovertido, asequible y, sobre todo, modesto. Nunca ha pretendido figurar, sólo hace lo que le apetece. Un espíritu libre que disfruta compartiendo afición y camaradería (os enlazo un vídeo para que veáis cómo se las gasta).
Con su traje alado es capaz de planear sobre distancias inverosímiles (pinchad sobre la foto y veréis su vuelo en Montserrat). Hace unos meses protagonizó un reportaje de Temps d'aventura en TV3; ha ganado diversos certámenes, algunos con una selección de deportistas extremos de su país; y hasta ha participado como especialista en la grabación de un espectacular clip musical que arrasó en la MTV alemana el pasado mes de junio.
Ciertamente, esta disciplina no es muy conocida y nunca tendrá una legión de practicantes y seguidores. A mí, sin ir más lejos, sólo me interesa como espectador... Pero es un deporte como cualquier otro y, como tal, se ha de reconocer la valía de sus practicantes. Por tanto, propongo desde ya que El Amarillo sea galardonado en la próxima Nit de l'esport que se celebre en Santa Coloma, en reconocimiento a su trayectoria y a la proyección externa de la ciudad que gracias a él se da.
Y tú a lo tuyo, amigo Hubert, a seguir disfrutando y haciéndonos disfrutar a los demás con esa actitud tuya tan encomiable.


domingo, 6 de septiembre de 2009

"Estancos del Chiado", de Fernando Clemot

Pararelo Sur Ediciones, Barcelona, 2009. 196 pàgines. 10 euros


Mentre el gran públic devora quatre best sellers a centenars de milers, hi ha desenes de nous llibres molt més nutritius que passen desapercebuts. És el cas de Estancos del Chiado, un llibre de relats que cal degustar amb calma, paraula a paraula, frase a frase, conte a conte, per gaudir de la literatura durant moltes hores, molt més enllà de les dedicades estrictament a la seva lectura. O a la seva relectura!
El volum recopila una dotzena de relats tots ells premiats en diferents concursos literaris. Concursos, cal matisar, que poc tenen a veure amb els coneguts certàmens dissenyats com a estratègia promocional de tal o qual novel·la o novel·lista. Concursos, però, molt prestigiosos en la modalitat de relat: Kutxa Ciudad de San Sebastián, Julio Cortázar del Instituto Cubano del Libro, Ciudad de Cádiz, i un llarg etcètera. Els contes s’agrupen en tres blocs: Mitologías, El jardín de la memoria, i Ocasos; però és un concepte del segon bloc, memòria, el que dóna un pòsit comú a tot el contingut. La memòria com a record real, concret i individual, o com a enyorança d’un passat no viscut, intuït, sovint de domini públic; destil·lada per la sensibilitat personalíssima de l’autor per ser retornada a l’esfera col·lectiva de la millor forma possible, com a nova matèria primera per a la retroalimentació d’una memòria comuna, compartida, enriquidora i vivificant. Ecos, mirades, actituds i paraules per retenir.
Tal és l’efecte provocat per Fernando Clemot, per allò que escriu i per com ho escriu. Perquè és el llenguatge la clau que permet l’aprehensió precisa del passat, dels espais i de les personalitats dels protagonistes de Estancos del Chiado. Un llenguatge precís i elegant, escollit amb cura d’artesà, de forjador d’històries, propi del lector infatigable que es coneix els clàssics de debò. Un llenguatge molt líric, alhora, que no busca sorprendre amb efectismes, sinó conjurar els significats amb la riquesa infinita dels significants per tal de projectar una imatge plena de contingut, una evocació tangible. En literatura es pot transcendir l’ànima d’una altra manera?
Qui vulgui transitar pel llibre es trobarà amb escenaris i personatges reals perfectament recreats –que no només descrits- per Fernando Clemot: Lisboa, París, Roma, Barcelona, Totò, Eça de Queiroz, ... Escenaris i personatges que, lluny de constituir meres excuses per desenvolupar qualsevol tema o trama, esdevenen motius fonamentals dels relats. És freqüent partir d’una situació més o menys anecdòtica per desembocar en una història densa, intensa, de desenllaç desassossegant o, com a mínim, incert, mai complaent, perquè no hi ha veritat més universal que el pas del temps i l’abocament a la ruïna física, quan no també moral, d’allò que un dia potser va ser gran o molt gran, ja siguin persones, paisatges, o construccions o creacions humanes. Això el que descobreix un jove i ambiciós periodista que vol arribar fins a un moribund Totò a El príncipe del Vómero. Això descobreix també el protagonista del relat que dóna títol al llibre, Estancos del Chiado, al barri lisboeta “del que todavía brotaba un hálito de humo, a escombro, un bostezo vago como el que deja en la boca el primer café de la mañana. Luego con el pasar de los coches y autobuses aquel espectro desaparecía, retornaba aquel fuelle al estómago fétido de las ruinas”. El que descobreix l’adult que recorda un paradís d’infant a El verano del cortapichas, o l’home vençut pels remordiments quan retorna a l’escenari fatídic de Piedivalle a Levante.
Tanmateix, que ningú no pensi que ens trobem davant un llibre pessimista, melancòlic i encarcarat. Hi ha molta ironia recorrent la columna vertebral de l’obra, inclús moments decididament humorístics. Relats com Árbol de familia o Terrazas de otoño no deixen indiferents precisament perquè tracten amb un to desenfadat qüestions prou serioses.
No ho havia dit, però no puc recomanar a Fernando Clemot sense apuntar que va néixer a Barcelona el 1970 i que compagina creació i edició literària. És col·laborador de revistes com Quimera, Barcarola, Literaturas, Paralelo Sur, La Jiribilla, El Otro Mensual i La Siega. Ha estat finalista en alguns certàmens de novel·la, gènere en el que prepara una imminent incursió pública. De ben segur us en parlaré un altre dia.

Publicat a la Revista del Taxi, número 185, juliol de 2009