lunes, 5 de abril de 2010

MARILLION: 30 años de buena música

Si sólo hubiera una banda de rock para elegir de entre mis favoritas, sin duda optaría por Marillion. No me hace falta pensarlo dos veces, por más que ame a otras muchas, por más que adore tantos y tantos discos... Marillion es especial.
Cuando yo empecé a escuchar a Marillion tenía 16 años. Acababan de publicar Misplaced Childhood con Fish al frente, y representaban la continuación del espíritu de Génesis, Mike Oldfield, Jethro Tull, Yes, Pink Floyd, etc. Cuando los vi por primera vez en directo yo ya tenía 21 años. Aquello era la encarnación de la música que más me emocionó en mi adolecencia, una síntesis de la historia del rock sinfónico con un sello característico y novedoso, en un escenario tan cercano y simbólico como Zeleste. Me sorprendió muy gratamente el nuevo frontman de la banda, Steve Hogarth. Habían vendido millones de discos y, sin embargo, no podía imaginar que nunca se subirían a la parra. ¿Quién me iba a decir que años más tarde me estaría tuteando con ellos? ¿que seríamos los fans los que los traeríamos de gira? ¿que eran tíos normales como nosotros mismos? La propia banda entendió muy pronto que el negocio cambiaba y que tenían que apoyarse en los fans para seguir haciendo la música que les daba la gana. Hicieron muchas cosas antes que otros grupos (Internet, etc.). EMI y los mass media les dieron la espalda, pero ellos siempre han sido honestos y fieles a su trabajo y a sus seguidores. Quizá sea el único gran grupo de rock que ha llegado a una auténtica comunión con su público. Hay una atmósfera especial en torno a ellos, con la gente, en los conciertos... Ante ellos siento que toco un pedazo de la Historia de la música. Me hacen soñar y sé que, permaneciendo a su lado, seguiremos haciendo que el sueño siga vivo. Eso es lo que ha hecho diferente a Marillion a lo largo de más de 30 años.

3 comentarios:

  1. Venga ya, Salva, que no se acuerdan de ellos ni las águilas...

    ResponderEliminar
  2. ¿Hasta las águilas se han pasado también a las radioformulas? ¡Qué mundo!

    ResponderEliminar
  3. A los que lo habíamos olvidado, la casualidad lo trae a la memoria! Crecí con esa música, y hoy -en el fondo de un cajón- encontré un cassette (¡de aquella época!) de Fugazi. ¡Excelente!.

    ResponderEliminar